El
uso del Tangram en psicología y psicopedagogía es evidente, ya que promueve el
desarrollo de las capacidades intelectuales y psicomotrices de los
niños, permitiendo a su vez, enlazar la manipulación concreta de
materiales con la formación de ideas abstractas. Desarrolla habilidades tales como:
- Promueve el desarrollo de las capacidades
psicomotrices e intelectuales.
- Facilita el aprendizaje de la
geometría plana para niños.
- Estimula la creatividad y contribuye
a la formación de las ideas abstractas.
- Fomenta la orientación y
estructuración espacial: aprender y relacionar unos objetos con otros en
relación a la posición en la que están (arriba, abajo, izquierda y derecha).
- Desarrolla el conocimiento
lógico-matemático: ayuda a realizar actividades relacionadas con
ángulos, distancias, proporcionalidad, semejanza y movimientos.
- Permite entrenar la coordinación
visomotora: coordinación ojo-mano.
- Mejora la atención:
concentración y tiempos de atención sostenida para la realización de las
figuras.
- Trabaja la percepción visual:
interpretar y discriminar unos estímulos visuales de otros (diferentes
figuras).
- Estimula la memoria visual: el
niño debe observar el modelo y después reproducirlo poniendo a prueba y
fomentando el desarrollo de la memorización.
- Entrena la percepción de figura y
fondo: permite diferenciar entre la figura y la composición de sus partes.
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