En
la Escuela Nueva, se constituye el Gobierno Estudiantil como una estrategia
curricular para promover el desarrollo emocional, social y moral desde la
experiencia práctica, donde los estudiantes tienen una participación activa que
desarrolla sus capacidades de liderazgo y trabajo colaborativo. Algunas de
estas ideas de democracia se basan en teorías de John Dewey quien plantea que
la disposición de los ciudadanos para la participación se aprende a través de
la práctica de la escuela y en la comunidad.
Los estudiantes disponen de instrumentos para llevar a cabo las actividades del Gobierno Estudiantil, los cuales diligencia en forma voluntaria y las maestras revisan para orientar el proceso de formación y apoyar los aprendizajes individuales. Algunos de estos instrumentos son:
El AUTOCONTROL DE ASISTENCIA es donde los niños registran su
asistencia a la escuela; en el caso de la sede Mariscal Robledo, este registro
se hace por medio de caritas que representan diferentes estados de ánimo:
triste, feliz, enfermo, asustado, enojado… dependiendo de cuál es el sentir de
cada niño ese día. Se aprovecha esta experiencia para hablar al respecto de ese
sentimiento, sobre todo en los pocos casos donde el niño registra un estado
contrario al feliz. Generalmente los niños cuentan cual es el motivo de ese
sentimiento y le damos un abrazo grupal para que ya no se sienta más triste.
Hay oportunidades donde los niños ponen carita triste, solamente para vivir el
momento del abrazo grupal. Además de
emociones también aprovechamos este valioso instrumento para trabajar
ortografía (uso de mayúsculas, minúsculas, signos de puntuaciones, numero de
silabas), orden alfabético, historias de los nombres,
conteo de letras y/o silabas de nombres, clasificación, semejanzas y
diferencias... En fin, son incontables las actividades que se puedan realizar y
que ayudan a desarrollar competencias a los niños y niñas de todos los grados. Este instrumento permite
mejorar la puntualidad de los estudiantes y el sentido de responsabilidad, les
hace tomar conciencia de la necesidad de ir a la escuela, no porque se lo
exijan, sino porque sienten gusto de hacerlo.
El CUADERNO VIAJERO
es una herramienta que nos permite la comunicación entre los padres
de familia y la escuela. En él, los padres de familia junto con sus hijos,
consignan cualquier tipo de información que quieran compartir, que sirven para
conocernos mejor y sobre todo, mejorar procesos de lectura y escritura. Cada
fin de semana una familia diferente lleva el cuaderno a su casa, y al lunes
siguiente, lo devuelve y se comparte con todo el grupo lo que allí se haya expresado. En el compartimos
anécdotas, cuentos, chistes, recetas, remedios, dibujos y todo lo que se nos
ocurra.
Como instrumento del
Gobierno Estudiantil, el cuaderno viajero permite interactuar entre todos,
dándonos la oportunidad de sugerir, recomendar, discrepar y opinar respecto a
un tema de preferencia; así mismo, como constituirse en un medio de
investigación.
Como una
actividad del Plan de Lectura y Escritura, el cuaderno viajero se convierte en
una opción didáctica para fomentar el desarrollo de las competencias
comunicativas mediante el mejoramiento de los niveles de lectura y escritura
(comportamiento lector, comprensión lectora y producción textual) de los
estudiantes de la sede, del fortalecimiento de la escuela como espacio
fundamental para la formación de lectores y escritores y del papel de las
familias en estos procesos.
EL APRENDIZAJE COLABORATIVO, es el instrumento que les permite a los
estudiantes de las diferentes edades y habilidades estudiar y aprender juntos
en grupos pequeños. Cada miembro del equipo es responsable de su propio
aprendizaje y de ayudar a los demás miembros del equipo a aprender. Las
docentes hacemos la introducción del tema y luego los estudiantes trabajan
sobre el tema a través de materiales como fichas de trabajo, guías diseñadas
por el maestro, las cartillas de Escuela Nueva, etc. Los estudiantes son
motivados a completar el trabajo y a explicarlo y a proponer ideas al respecto
a todos los miembros del equipo.
En cada equipo de
trabajo colaborativo hay un monitor quien introduce el trabajo y cede la
palabra a cada miembro del equipo, lo que permite que se desarrollen
habilidades de relación social, habilidades para el ejercicio de la democracia,
el respeto a las ideas de los demás, escuchar, analizar, sintetizar, valorar y
argumentar. Así mismo, les brinda a las maestras la posibilidad de contar con
tiempo para ofrecer apoyo y orientación individual a pequeños grupos, lo que
contribuye a un mejor desarrollo de cada individuo.
El TRABAJO COLABORATIVO, se da en la medida que cada estudiante
participa como miembro activo de un comité, el cual selecciona libremente de
acuerdo con sus intereses. Los miembros del comité aprenden a conducir sus
reuniones y a diseñar agendas de trabajo y a autoevaluarse en torno al
desarrollo de las actividades propuestas.
- - Promocionan hábitos
saludables a la hora de ir al baño o tomar los alimentos
- Contribuyen a evitar
accidentes en las horas del descanso, sobre todo con los más pequeños.
- Vigilan tránsito en
zonas de riesgo dentro de la escuela
- Gestionan elementos del
botiquín (vendas, alcohol, gasas)
En la sede con la
participación de los estudiantes se han elegido: comité de deportes, de salud,
ambiental y biblioteca-sistemas, donde los miembros del equipo se encargan de
cumplir con las actividades sugeridas por ellos y con la orientación de las maestras.
El trabajo colaborativo
involucra a los padres de familia y la comunidad desde el aporte de sus saberes
y tradiciones orales que se vuelven insumo para la MONOGRAFÍA DE LA COMUNIDAD, convirtiéndose esta en una fuente
bibliográfica y de información de la construcción de la misma.
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