Estudios han demostrado que existen seis elementos que se deben considerar cuando se evalúa la calidad de la enseñanza y que deben ser atributos que cumplan los docentes.
Siguiendo un orden basado en el peso de la evidencia de esos
componentes sobre la posibilidad de mejorar los resultados de los alumnos, hay
que hablar del conocimiento de la materia, la calidad de la instrucción, el
clima y la gestión de la clase, las “creencias” del profesor y sus
comportamientos profesionales. De entre los seis factores citados, los dos
primeros son los que tienen mayor impacto sobre el éxito de los estudiantes.
En primer lugar, esta investigación ha señalado que los
profesores más efectivos son aquellos que tienen mayor
grado de conocimiento sobre la materia que
imparten. Además, deben comprender las diferentes formas en las que los
estudiantes pueden plantearse la materia dada y los propios métodos de éstos,
además de saber las ideas equivocadas comunes que pueden compartir.
En segundo lugar de importancia se encuentra la calidad
de la instrucción, que
se consigue con elementos tales como un cuestionario efectivo y la evaluación
empleada por los profesores. Asimismo, juegan un papel relevante algunas
prácticas específicas como revisar el aprendizaje previo, proporcionar
respuestas modelo a los estudiantes, conceder el tiempo adecuado para realizar
un ejercicio y así poder asimilar una habilidad e ir introduciendo nuevos
aprendizajes de forma progresiva.
Tanto el clima como la gestión de la clase presentan una evidencia moderada de impacto sobre los resultados del estudiante. Cuando los investigadores hablan del clima de la clase se refieren a la calidad de las interacciones entre profesores y estudiantes y a las expectativas de los docentes. Es necesario crear una clase que siempre esté pidiendo más, además de reconocer el esfuerzo de los alumnos y atribuir su éxito a ese esfuerzo realizado.
Tanto el clima como la gestión de la clase presentan una evidencia moderada de impacto sobre los resultados del estudiante. Cuando los investigadores hablan del clima de la clase se refieren a la calidad de las interacciones entre profesores y estudiantes y a las expectativas de los docentes. Es necesario crear una clase que siempre esté pidiendo más, además de reconocer el esfuerzo de los alumnos y atribuir su éxito a ese esfuerzo realizado.
Respecto a la gestión de la clase, este estudio señala que para
maximizar el aprendizaje es importante que el profesor sepa cómo hacer un uso
eficiente del tiempo de clase, la mejor forma de coordinar el espacio y los
recursos de la clase, además del modo apropiado de gestionar el comportamiento
de los alumnos con normas claras y reguladas.
En último término, los elementos que menos influyen en los resultados
de los estudiantes son las “creencias” y los comportamientos profesionales
del profesor. Por un lado, son relevantes los motivos por los que los
profesores adoptan determinadas prácticas y lo que se pretende conseguir con
ellas y sus teorías sobre qué es el aprendizaje, así como sus modelos de la
naturaleza y papel de la enseñanza en el proceso de aprendizaje.
Por otro lado, este estudio resalta cómo el docente reflexiona y desarrollas su práctica profesional, su participación en el desarrollo profesional, el apoyo a sus colegas y su comunicación y cooperación con los padres.
Por otro lado, este estudio resalta cómo el docente reflexiona y desarrollas su práctica profesional, su participación en el desarrollo profesional, el apoyo a sus colegas y su comunicación y cooperación con los padres.
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