1) ¿Quién
está dirigiendo la conversación en el salón de clases la mayor parte del
tiempo?
Si el maestro es quien siempre está hablando, debe encontrar la manera de
empoderar a los estudiantes para que sean más proactivos y se involucren
activamente con el aprendizaje.
2) ¿Con qué frecuencia cambia el entorno de aprendizaje?
La idea de que el salón de clases es el lugar ideal para aprender es errónea.
No deben existir barreras que separen el salón con el mundo exterior, ni que
restrinjan dónde y cuándo se pueden adquirir conocimientos. Es necesario
experimentar y llevar el aula a otro nivel, mezclando los paisajes y
permitiendo que los estudiantes aprendan de manera más natural.
3) ¿Quién decide lo que es relevante e importante en su salón de clases?
Lo que es importante para el profesor no siempre es importante para sus estudiantes. Si los educadores constantemente le dicen a sus alumnos qué deben aprender y cómo hacerlo, entonces están dejando de lado las partes más importantes del proceso educativo: la voz y las elecciones de quienes aprenden. Es fundamental abrazar una cultura de aprendizaje donde las opiniones y los intereses de los niños y jóvenes sean valorados y alentados, esto se reflejará en un mayor compromiso y motivación.
4) ¿Con qué frecuencia incluye el movimiento físico en el aula?
Recientes investigaciones han demostrado que el movimiento físico tiene un gran
impacto en la actividad cerebral y la salud general. Sin embargo, lo que se
observa en los salones de clase es que se privilegia el hecho de que los
estudiantes estén sentados, alineados y en silencio. Está comprobado que hacer ejercicios de respiración o estiramientos durante la
clase mejora los periodos de atención y evita las distracciones por perdida de
interés y cansancio.
5) ¿Su salón de clases está a la altura de los sueños y expectativas de sus
estudiantes?
Aunque no es una tarea fácil, esto hace parte de las labores de profesor. El maestro tiene que procurar que sus estudiantes conserven altas sus expectativas y no se decepcionen de su trabajo.
Aunque no es una tarea fácil, esto hace parte de las labores de profesor. El maestro tiene que procurar que sus estudiantes conserven altas sus expectativas y no se decepcionen de su trabajo.
(Tomado Revista
Semana Agosto 21/2014)
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