El 7 de
julio se celebra el Día Nacional de la Conservación del Suelo, establecido en 1963 por decreto de la Presidencia de la
Nación en memoria del Dr. Hugh Hammond Bennet. El Dr. Bennet fue un
investigador estadounidense que trabajó constantemente en busca de la
preservación de la integridad del recurso natural suelo, cuya importancia es
vital para la producción agropecuaria.
CONSERVACIÓN DEL SUELO
El suelo es
un sistema dinámico y complejo cuya función no es sólo la de servir como
soporte mecánico para el crecimiento de las plantas, sino que también es el
medio a través del cual éstas toman el agua y los nutrientes que necesitan para
su desarrollo. Por otro lado, el productor se "comunica" con el
cultivo para lograr las respuestas que desea, mediante las prácticas de manejo
del suelo que lleva a cabo (laboreo, riego, fertilización, etc.). Cuando un
suelo se encuentra en condiciones adecuadas para cumplir con su función para la
producción, se dice que es de buena calidad.
El uso
irracional del suelo genera una alteración de sus propiedades que puede hacer
que pierda parcial o totalmente su capacidad de cumplir con su función. Este
fenómeno de disminución o pérdida de calidad del suelo se denomina degradación. La agricultura, la ganadería o la silvicultura, es un conjunto de
prácticas aplicadas para promover el uso sustentable del suelo.
PRINCIPALES PROBLEMAS DE LOS
SUELOS
La erosión,
la compactación, el aumento de la salinidad y de la acidez del suelo son los
mayores problemas relacionados con su manejo inadecuado y podrían tener
relación directa con la escasez de alimentos en un futuro no muy distante, resultando
en un profundo desequilibrio del sistema productivo, si prácticas correctas no
son adoptadas.
La población del mundo llega a cerca de seis mil millones de habitantes,
obligando a la humanidad a disponer de al menos mil millones de hectáreas
agrícolas. Las áreas con un manejo inadecuado reducen significativamente su
potencial productivo, por lo cual hoy se trabaja para renovar y acondicionar
las técnicas productivas, a la preservación de los recursos naturales y del
suelo en particular. Se debe observar que los recursos son limitados, no
pudiendo ser desperdiciados.
PLANIFICACIÓN TÉCNICA DE LOS SUELOS
La planificación técnica previa es importante para la conservación del suelo. Es
preciso ver todos los problemas, pues no es suficiente resolver sólo una parte
del problema. Se deben considerar también los costos de producción y los precios del mercado, pues la falta de rentabilidad provoca el abandono de las tierras sin cobertura vegetal.
PRINCIPALES PRACTICAS DE CONSERVACIÓN DEL SUELO
Análisis del
suelo.
La agricultura dio un salto cuando se descubrieron
y aplicaron los abonos químicos, pero hoy se confronta el problema del
aumento de la salinidad de los suelos, provocado por el exceso de abonos. Un
análisis previo, en laboratorios especializados, de las características
físico-químicas del suelo en función de cada cultivo, permite la aplicación de
los fertilizantes adecuados en las cantidades óptimas, evitando los excesos. El
movimiento de agricultura orgánica ha avanzado en
encontrar y difundir tecnologías que contrarresten las negativas secuelas sobre
el suelo de la llamada revolución verde y los agroquímicos
Conservación de los organismos del suelo. Promover el equilibrio de los organismos
beneficiosos del suelo es un elemento clave de su conservación. El suelo es un ecosistema que
incluye desde los microorganismos, bacterias y virus, hasta las especies
macroscópicas, como la lombriz.
Los
efectos positivos de la lombriz son bien conocidos, al airear, al crear drenajes
y al promover la disponibilidad macronutrientes. Cuando excretan, fertilizan el
suelo con fosfatos y potasio.
Cada lombriz puede excretar 4,5 kg por año. También
los microorganismos cumplen un papel vital para la obtención de
macronutrientes. Por ejemplo, la fijación de nitrógeno es
realizada por bacterias simbióticas. Estas bacterias tienen la enzima denominada nitrogenasa,
que combina el nitrógeno gaseoso con hidrógeno,
para producir amoníaco, que es convertido por las bacterias en otros
compuestos orgánicos. Algunas bacterias nitrificantes tales como Rhizobia,
viven en los nódulos de las raíces de las legumbres. Establecen una relación
mutualística con la planta, produciendo el amoníaco a cambio de los carbohidratos.
Varios hongos desarrollan micorrizas o
asociaciones simbióticas con las raíces de plantas vasculares. Estos hongos
aumentan la disponibilidad de minerales, del agua, y de alimentos orgánicos a
la planta, mientras que extraen a los azúcares y a los aminoácidos de la
planta.
A
menudo hay consecuencias imprevistas e involuntarias del uso de químicos sobre
los organismos del suelo. Así cualquier uso de pesticidas se debe emprender
solamente después del análisis cuidadoso de las toxicidades residuales sobre
los organismos del suelo, así como de los componentes ecológicos terrestres.
La erosión
hídrica reduce significativamente el potencial de producción en los campos. El
agua que escurre decapita el horizonte superior del suelo (el más fértil). En
terrenos con pendiente, este problema se evita si se reduce la velocidad del agua con la
utilización de canales de evacuación de excedentes hídricos, denominados
"terrazas". Las terrazas constan de un canal de intercepción y un
lomo de tierra, cruzan la pendiente de tal manera, que el agua que captan es
ordenada y encauzada hacia un canal de desagüe que deposita los excedentes
fuera del lote con una velocidad no erosiva, pero además de frenar un
escurrimiento excesivo estas obras fomentan la infiltración del agua, es decir
que aseguran que la mayoría de las gotas de agua que entran a el campo se
queden allí, almacenando más agua para el cultivo. La medición de estas obras
hidráulicas es llevada a cabo por ingenieros agrónomos y se utilizan para su
construcción implementos tales como arados, rastras de discos, palas de
arrastres, terraceadores y motoniveladoras. Estas obras previenen la formación
de surcos y zanjas, algunos de éstos con un ancho de 20 m y una profundidad
de 4 m, dependiendo de la intensidad y longitud de la pendiente.
Rotación de cultivos. Cada tipo de cultivo tiene sus necesidades y
muchas veces lo que falta para uno sobra para el otro. Así, un manejo adecuado
de los cultivos resulta en menor necesidad de abonos y de protecciones. Como
regla general, es muy beneficioso intercalar leguminosas y gramíneas en un
ciclo productivo.
Siembra Directa. Es probado que es una de las mejores técnicas
de conservación de suelos. Se entiende por siembra directa a la siembra del
cultivo sobre los restos del cultivo anterior, sin laborear el suelo, de manera
que por ejemplo, se abre apenas haciendo una micro labranza en un surco para la semilla y
el fertilizante. Se usan sembradoras especiales (de directa) con una batería de
discos y cuchillas que realizan la operación en el suelo. Con esta técnica se
promueve la conservación del suelo y de su actividad biológica. Una de las
principales ventajas es la presencia de cobertura sobre el terreno y la
reducción significativa de la compactación de las capas más profundas del
suelo, es decir que evita los pisos de arado. Su principal desventaja es un
aumento inicial del uso de herbicidas para controlar malezas. Por ello la asesoría
de un agrónomo o técnico especializado es fundamental en el
proceso. Sin embargo, las ventajas se incrementan cosecha a cosecha, son
acumulativas y se trata de un proceso virtuoso para una mejor producción. Pero
también una siembra directa puede tener muchas enfermedades y muchas plagas, para
que esto no suceda primero hay que leer la guía del cultivo que vas a sembrar
en forma directa.
Explorar sinergias. Varias actividades agrícolas son
complementarias, pudiendo generar economía de recursos si son bien exploradas.
Asociar cultivos anuales con ganadería o la avicultura puede ahorrar energía y
abonos y generar beneficios para el agricultor y el medio
ambiente.