Hoy
se cierra otra etapa de mi vida y se abren nuevos caminos por recorrer. Cada
final siempre estará marcado por la satisfacción del deber cumplido, y cada
comienzo por la incertidumbre de lo que me deparará el futuro. En cada caso, la
frente en alto será el factor común en cada comienzo y final.
Hace quince
años llegué a hacer escuela en la zona rural; un mundo desconocido que causó en
mí los mayores temores, pero las mejores realizaciones; pues fue allí donde me
hice maestra. Después de “trillar barro” por simple capricho e imposición de la
rectora Nubia Machado, pues según ella, como era nueva, debía empezar
donde habían empezado tantos maestros. Favor que me hizo, pues en lugar de
espantarme, me permitió fortalecerme y valorar las condiciones tan adversas que
deben trajinar a diario los maestros rurales.
El diario
vivir de la falta de recursos de los estudiantes campesinos me hizo reconocer
el valor de la lucha sindical, pues la cacareada gratuidad educativa, está
plagada de necesidades y derechos vulnerados.
El enfrentarme
a la metodología Escuela Nueva, me hizo diestra en todas las áreas y grados;
aprendiz de cuanta profesión y oficio se necesita para cumplir la misión: maestra,
enfermera, aseadora, psicóloga, cocinera… así mismo, tener que desprenderme de
gran parte del salario para realizar las actividades académicas, recreativas y
culturales, pues los recursos son inexistentes y el bolsillo del campesino
tampoco alcanza ni para lo elemental.
La llegada
del nuevo rector, Carlos Humberto Hernández Hidalgo (qepd), vino con la motivación
de cualificarme; fue así como a raíz de sus tantos consejos, inicie la
licenciatura, esa misma, que el perverso sistema de ascenso de los 1278 no me
ha permitido disfrutar.
Vientos
de cambio sacuden la zona rural con la llegada del rector Alberto Ospina Piñeros,
quien puso todo su empeño en dotar la zona rural de los mejores elementos tecnológicos,
cosa nunca vista hasta la fecha en la educación rural de Cartago.
Pero como
lo bueno no dura, don Alberto se retira ante la llegada de Silvia Martinez Vargas, la persona que por méritos
del concurso ingresa como la última rectora que tuvo la Institución Educativa
Nueva Granada.
Luego
de peleadas batallas en conseguir la continuidad de la Nueva Granada, se perdió
la guerra y lograron el objetivo de acabar con la única institución de la zona rural, pasando sus
sedes a ser parte de la Institución Educativa Agrícola Zaragoza.
Con el
anexo a esta nueva institución, no cesaron las lamentables intensiones de
seguir socavando la educación del campo. Esta vez, cerrando la sede Mariscal Robledo
del Corregimiento de Piedras de Moler. Una nueva batalla que se liberó pero finalmente me costó de salida del campo; ese campo que me enseño lo que soy y
siempre seré, el mismo que me mostró que enseñar y aprender no son antónimos, y
que el uno no puede andar sin el otro.
Este
final me dejó grandes amigos, inolvidables aprendizajes, experiencias
compartidas, como dos participaciones en el FORO EDUCATIVO NACIONAL 2016 Y 2018,
experiencias significativas con el PTA a través de mi trabajo en lenguaje “Comprendiendo
voy leyendo y escribiendo”.
El nuevo
comienzo será en la Institución Educativa Gabo, en la sede María Inmaculada. Nuevo
lugar, nueva jornada, nuevos compañeros, nuevos retos. Todo nuevo, pero con mi
vieja pasión, vocación y admiración por el mejor proyecto de vida: SER MAESTRA.
DESPEDIDA DE MI COMUNIDAD DE PIEDRAS DE MOLER:
Queridos estudiantes, padres de familia y amigos de la
comunidad.
Sea esta la oportunidad para
decirles hasta siempre. Mañana inicio en una nueva Institución, que seguramente
aprenderé a amar de la misma forma que ame a mi IE Zaragoza y antes en la Nueva
Granada.
Fueron muchas las formas que
buscamos para poder continuar con ustedes, pero ninguna fue posible; y hoy me
toca dejarlos para emprender un nuevo comienzo en otro lugar. Quiero pensar que
nos rigen energías que en ocasiones marcan nuestro destino, y debemos vivir en
sintonía y armonía con ellas para hacer de nuestra existencia la mejor.
Me llevo los mejores recuerdos de
cada uno de ustedes, con aquellos que nos dimos la oportunidad de conocernos y
aceptarnos los seguiré contando como mis amigos, con los que no se dio esa
oportunidad espero encontrarlos en el camino para poder disfrutar de las cosas maravillosas
que nos ofrece la vida.
Les ofrezco todas las disculpas
que se merecen por las veces que les haya fallado o por no estar a la altura de
lo ustedes esperaban; somos humanos y fallamos tantas veces y de tantas formas
que ni cuenta nos damos.
Mi eterna gratitud con todos mis padres
de familia y comunidad, los de antes y los de ahora, mi admiración y afecto por
cada uno de ustedes quienes me enseñaron tantas cosas. Mis mejores deseos
porque se solucione la situación de la sede Mariscal Robledo y siga siendo ese
espacio de luz, de conocimiento y desarrollo para esa comunidad que tanto
aprendí a amar.
Como funcionaria pública soy del
lugar donde me asignen para cumplir con mi rol en la sociedad desde mi labor.
Pero como amiga, seguiré siendo de Piedras de Moler, donde eche raíces de
afecto en estos 15 años de servicio y aprendizaje.
El mayor consejo que les puedo
dar es que sigan en su lucha por hacer valer el derecho que tienen de tener la
escuela en su contexto. La educación es la única herramienta que tenemos para zafarnos
de la opresión y tiranía a la que nos quieren mantener sometidos los políticos.
Únanse como comunidad en torno a intereses comunes de desarrollo y buen vivir
para todos, de tal forma que logren la prosperidad para esa región a la que
todos le ponen los ojos para explotarla, pero pocos para protegerla. Aprovechen
la bondad de Manuel Felipe, él es un buen ser humano, rodéenlo y estén
dispuestos a colaborarle, para que con su apoyo, sus ideas y sus contactos
hagan de Piedras de Moler ese sitio privilegiado que todos merecen.
Respalden al rector German, a los
directivos y profesores, quien tiene todo el deseo de luchar por la zona rural;
me consta verlos desgastarse, y entristecerse buscando soluciones para la sede.
Recuerden siempre la frase que dice don German: “No es la mejor institución; es
la única”. Continúen en contacto con la profe Luz Stella para ver cómo van los
procesos.
Siempre los llevaré en mi corazón
y mis recuerdos, ustedes han sido mi mejor escuela y tengan la certeza que nos
seguiremos encontrando en este camino de la educación, donde a veces enseñamos,
pero todos los días aprendemos.
Bendiciones para todos.
DESPEDIDA DE MIS COLEGAS Y AMIGOS:
Compañeros de profesión, convicción y sentimiento.
Sea esta la oportunidad para
decirles hasta siempre. Mañana inicio en una nueva Institución, que seguramente
aprenderé a amar de la misma forma que llegue a hacerlo como la IE Zaragoza y
antes en la Nueva Granada.
Fueron muchas las formas que
buscamos para poder continuar con ustedes, pero ninguna fue posible; agradezco
a cada uno de ustedes por haberse incomodado quizás, para buscar esas formas.
Quiero pensar que nos rigen energías que en ocasiones marcan nuestro destino, y
debemos vivir en sintonía y armonía con ellas para hacer de nuestra existencia
la mejor.
Me llevo los mejores recuerdos de
cada uno de ustedes, con aquellos que nos dimos la oportunidad de conocernos y
aceptarnos los seguiré contando como mis amigos, con los que no se dio la
oportunidad espero encontrarlos en el camino para poder disfrutar de cosas
maravillosas desde nuestra profesión-pasión y finalmente de la vida.
Mi eterna gratitud con todos mis
Neogranadinos, los de antes y los de ahora, mi admiración y afecto a mi comadre
Luz Stella, mi amor infinito al profe Hilton por llevarme y traerme cada día…
Mi agradecimiento a don German, Andrés Felipe, Héctor Jaime secretario y
coordinador, Fabián, Zoraida y muy especialmente a ti Nini Johana por tu
atención y deferencia, por tu tono conciliador y respetuoso, por tu aceptación
de las diferencias… siempre siempre en mi corazón.
Don German tiene una frase que
quizás se toma de manera divertida pero que es muy cierta y que encierra todo
el ser del maestro rural “ESTA NO ES LA MEJOR INSTITUCIÓN, ES LA ÚNICA”; y es
verdad, son únicos y privilegiados de tener niños con grandes carencias, pues
más noble será esa labor, de disfrutar del mejor espacio, de enfrentar y salir
avante de cada reto que enfrentan, de tener tanto por hacer y por conseguir.
Ojala que entre tantas victorias este la de recuperar la sede Mariscal Robledo.
Bendiciones para todos.
Luz Marina Quintero Moncada.